El tenor español Plácido Domingo es salpicado en una causa judicial que investiga el alcance en Argentina y Estados Unidos de una organización que usaba como fachada un centro de yoga para explotar sexualmente a sus clientes y despojarlos de sus bienes.
Un audio suministrado el jueves a The Associated Press por un funcionario de la Policía Federal contiene la conversación que habría tenido la estrella de la ópera, de 81 años, con una mujer de la secta sobre la organización de un encuentro sexual entre ambos en un hotel de Buenos Aires.
El funcionario policial -que pidió no ser identificado porque no estaba autorizado a revelar información que está bajo investigación- acotó que el artista no está imputado y al parecer sólo consumía prostitución, lo que no es ilegal en Argentina.
Domingo no ha hablado públicamente de este caso y sus representantes no respondieron a una solicitud de comentarios.
El grupo delictivo fue desbaratado en los últimos días luego de la detención de cerca de una veintena de sus integrantes. El supuesto cabecilla de la banda, Juan Percowicz, de 84 años y quien se hacía llamar “Maestro”, fue arrestado días atrás por orden de juez federal Ariel Lijo, quien además dispuso el embargo de decenas de propiedades y automóviles de éste y otros imputados.
En la escucha, que habría tenido lugar cuando Domingo estaba en abril en Buenos Aires con motivo de un concierto, el tenor aconseja a la mujer — identificada como Susana Mendelievich y apodada “Mendy”— que evada a su equipo de seguridad para que pueda subir a su habitación del hotel. “Cuando salgamos de la cena venimos separados, ¿no? Lo hacemos así porque mis agentes se van a subir a la habitación cuando yo suba”, dice en la grabación.
En 2019 Domingo fue acusado de “conducta inapropiada” por varias mujeres. Las denuncias fueron reportadas por primera vez por AP y paralizaron durante un tiempo su carrera en Estados Unidos así como en su España natal.
Mendelievich es una pianista que actuó en ocasiones con Domingo.
En otro audio al que tuvo acceso AP, la mujer habló con el líder del grupo para comentarle sobre el diálogo que habría tenido con el tenor. “Ya me llamó (Domingo) y armó la matufia (el engaño) para que esta noche me quede yo en el hotel sin que los agentes se den cuenta”, dice.
En el marco de los últimos avances de la causa judicial argentina la policía detuvo el miércoles por la noche en las afueras de Buenos Aires a Gabriel Sorkin, de 49 años, informó el gobierno.
Según el expediente judicial -al que tuvo acceso AP- los detenidos están acusados de integrar una organización delictiva “con rasgos de secta de naturaleza espiritual denominada Escuela de Yoga Buenos Aires (EYBA)” que operó al menos desde 2004 hasta 2022 y aparentemente se dedicaba a captar mediante engaños a personas vulnerables para reducirlas a la servidumbre y explotarlas sexualmente.
A partir del culto alrededor de su principal dirigente el grupo habría promovido una estructura ilegal de negocios en Argentina y Estados Unidos para dar apariencia lícita a los fondos obtenidos como producto de sus actividades “con el único fin de enriquecerse y obtener influencias y/o coberturas para sus líderes”.
La organización, sostiene el expediente, contaba con una estructura jerárquica y piramidal de la que participaban aproximadamente 179 alumnos repartidos en sus sedes ubicadas en Buenos Aires, Las Vegas, Chicago y Nueva York, a los cuales se le otorgaba un rango.
Varias personas vinieron desde Estados Unidos a Argentina para tener sexo con mujeres y “alumnas” explotadas sexualmente eran llevadas a ese país norteamericano y también a Uruguay para atender a clientes. También fueron trasladados psicofármacos y antidepresivos.
El último eslabón del circuito económico de la secta son fundaciones establecidas en Estados Unidos para supuestamente captar nuevas inversiones e ingresar al mercado formal el dinero obtenido de forma ilegal mediante la compra de bienes inmuebles.
Para ello los líderes contaban con el asesoramiento de varios miembros de la organización que residían en el país norteamericano. Sobre tres de ellos -María Beatriz Bugari, Pablo Sinigaglia y Verónica Iácono- pesan órdenes de captura internacional pedidas por el juez argentino.
Uno de los principales denunciantes de la actividad de EYBA es Pablo Salum, de 44 años. Según sostiene, convirtió en esclavas sexuales a su hermana y a su madre.
La secta aislaba socialmente a sus miembros de familiares y amigos, según la investigación.
La causa judicial contra los líderes de la Escuela de Yoga de Buenos Aires que se tramitó durante los años 90 fue cerrada sin condenas.
El juez Lijo investiga además a BA Group y a la Clínica CMI Abasto, otros dos centros que habrían desarrollado actividades delictivas similares a las de la escuela y que formarían parte de la misma organización.