Los restos de un policía que murió tras el asalto al Capitolio fueron velados el miércoles en el edificio que protegió con su vida. A ese lugar acudieron el presidente Joe Biden, la vicepresidenta Kamala Harris y numerosos dignatarios para rendirle un homenaje silencioso.
Brian Sicknick, miembro de la Policía del Capitolio, fue herido cuando defendía al palacio legislativo de la turba de fanáticos del entonces presidente Donald Trump quien los había exhortado a salir al ataque para revertir su derrota electoral.
La Policía del Capitolio indicó en un comunicado que Sicknick, quien falleció al día siguiente del asalto, resultó herido “en un enfrentamiento físico con los manifestantes”, pero que la causa exacta de defunción no ha sido determinada.
El presidente Biden fue al Capitolio el martes a la noche, donde colocó la mano sobre la urna en el centro de la Rotonda, ofreció una plegaria e hizo un ademán de tristeza mientras contemplaba una ofrenda floral. Estuvo acompañado por la primera dama Jill Biden. La titular de la Cámara de Representantes Nancy Pelosi, el líder de la mayoría demócrata en el Senado Chuck Schumer y otros legisladores también ofrecieron sus respetos.
La vicepresidenta Harris y su esposo, Doug Emhoff, acudieron al Capitolio el miércoles, colocando las manos sobre sus corazones y luego tocando la urna. Una fila de legisladores y policías pasó por la Rotonda. El representante demócrata Dan Kildee, uno de varios legisladores que se vieron atrapados en el recinto durante el ataque, se enjugó las lágrimas.
Veintenas de efectivos de la Policía del Capitolio se cuadraron firmes mientras los restos de Sicknick eran subidos por las escalerillas de Capitolio la noche del martes. Es la primera vez que una urna es honrada en el Capitolio en vez de un ataúd.
Los guardias del Capitolio podían ofrecer sus respetos durante la noche y el miércoles por la mañana los legisladores hacían lo mismo. En pocas horas habrá un traslado ceremonial de los restos al Cementerio Nacional de Arlington.
Los congresistas todavía están estremecidos por el asalto al Capitolio y se preguntan no sólo qué significado tiene el suceso para el futuro del país, sino también para su propia seguridad personal. Si bien los legisladores han criticado unánimemente el asalto y el rol que tuvo Trump en la agresión, están divididos en cuanto a cómo proceder.